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viernes, 6 de abril de 2018

Quitando el velo

Pero, cuando alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado.
Pues el Señor es el Espíritu y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. Y el Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.
2 Corintios 3:16-18. (NTV)

Cuando Jesús se nos revela, la luz de la gloria de Dios nos ilumina, Jesús es la luz del mundo. Hay un velo que está sobre los ojos de los incrédulos, la religión es un velo que cubre la verdad de Dios, religión es toda institución humana que reemplaza la verdad de Dios con mandamientos y ritos creados por hombres, Jesús es la puerta, el camino, la verdad, la vida, la luz, es verdadera comida y verdadera bebida, Jesús es el Espíritu donde él está hay libertad.
Cuando establecemos una relación con Jesús el velo que no deja que veamos la verdad, ese velo que nos mantiene viviendo en mentira y engaño, es quitado de nosotros para que podamos entender la voluntad de Dios, cuál es el plan del Señor para nuestra vida presente y futura. Pero no solo somos libres para disfrutar, además el cambio que se genera en nosotros hace que reflejemos la luz del Señor sobre aquellos que viven en oscuridad. El propósito de Dios es que seamos transformados hasta llegar a ser semejantes a Jesús mismo, y que podamos ayudar a otros a creer en el Señor mostrando en nuestra propia vida los Milagros y cambios que Jesús hizo.
El que vive con un velo que tapa la verdad, no es libre, es un esclavo. Los esclavos no son dueños de nada, hasta su futuro es incierto porque no lo deciden ellos, hay otro el que los esclaviza el que decide sobre ellos y su futuro. El preso cree que está libre cuando no hace lo que quiere en su propia opinión, pero no sé da cuenta que está dentro de una celda, allí hace lo que quiere, detrás de los barrotes de su calabozo, mientras espera su condena. De ese modo vive la gente que no cree en Jesús, ellos creen que están libres pero no ven que viven dentro de una celda, solo el divino abogado, solo el que puede pagar la fianza, solo Jesús puede hacerte libre.
Vuelve a Jesús y tu velo se quitará, recibe a Jesús y disfrutarás de las más ricas bendiciones de Dios y de la vida eterna. Déjate transformar por el poder sobrenatural de Dios para ser más y más parecidos a Él cada día.

Aldo Daniel Monegal