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domingo, 24 de abril de 2016

Vivir lo que Predicamos

En un viaje que realicé hace poco, tuve la oportunidad de hablar con el padre de un amigo. Me dejó sorprendida, saber que él no quería ser cristiano por la actitud de muchos que se hacen llamar así. Este hombre conocía el caso de un joven cristiano, que estaba de novio y al cabo de un tiempo, la chica quedó embarazada. Al saber esto, él dejó en claro que no quería asumir su responsabilidad de padre, pero curiosamente continuó su misma rutina en la iglesia, como si nada hubiera pasado.
“Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.” Mateo 5:14-16 (NTV)
Tenemos que ser la luz para un mundo que se encuentra en oscuridad, y brillar con nuestras actitudes como lo dice la Biblia, para que las personas al vernos puedan alabar a Dios y no maldecirlo. Ya que si decimos ser “Cristianos" y nuestra conducta no va de acuerdo con la Palabra de Dios, no solo quedamos como hipócritas, sino que además hacemos quedar mal a Cristo. Recuerda que el término “Cristiano” significa “Pequeño Cristo” y es nuestra responsabilidad ser como El.
Jesús dijo: “Si sois tropiezo a uno de estos pequeñitos, mejor le fuera que se colgase una piedra de molino y se arrojase en lo profundo del mar”. Mateo 18:6
Mahatma Gandhi, un gran hombre, que luchó contra el dominio británico en la India. Al leer los evangelios, se maravilló de Cristo, al punto que pensó seriamente en bautizarse y hacerse miembro de una iglesia cristiana. El pensaba que en el cristianismo estaba la solución a los prejuicios raciales y a las diferencias de castas que tanto afectaban en la India y en Sudáfrica.
Un domingo por la mañana, Gandhi fue a una iglesia, cuando entró al templo, la comisión de recepción se negó a proporcionarle un asiento, y le sugirió que fuera a una iglesia de negros. Gandhi salió de aquel templo con la íntima intención de no volver más, porque allí también había encontrado el problema del racismo. Hasta donde sabemos, nunca dio el paso final para convertirse en cristiano, pero en su momento él había dicho: "Yo sería cristiano, sino fuera por los mismos "cristianos". Curiosamente un pensamiento parecido al del padre de mi amigo.
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” Juan 8:12
Jesús es Luz, y cuando se fue nos dejó esta responsabilidad ¿Cómo lo estamos cumpliendo? ¿Estamos brillando? ¿Cómo son nuestras actitudes en casa, trabajo, escuela, Universidad o aún en la Iglesia? Qué triste es ver tanta oscuridad, y más triste es cuando vemos cristianos que forman parte de ella. Si fuera el caso, pide perdón a Dios y toma la decisión ahora mismo de no esconder mas tu luz! El mundo lo necesita ¡habla de Cristo!
Así como las estrellas están para brillar, ¡Proponte ser luz en medio de tanta oscuridad!
Shirley Chambi

Fuente: you versión.

lunes, 18 de abril de 2016

Lo que hay que saber sobre los carnavales

ORÍGENES DEL CARNAVAL

Si bien los llamados "Carnavales" están incorporados al calendario cristiano, no hay que olvidarse que tales celebraciones tienen sus antecedentes esenciales en las fiestas dionisias griegas denominadas "Saturnales" y "Bacanales"; aunque cada vez más los eruditos consideran que tienen mucha más antigüedad, encontrándose algunos vestigios en pueblos más antiguos.

Tanto los "Saturnales" como los "Bacanales", eran verdaderas orgías que se realizaban, especialmente en el Imperio Romano, en honor al dios Saturno y al dios Baco. Este dios Baco es el que actualmente se lo conoce como "Rey Momo", una divinidad burlesca, traviesa y libertina.

A estas dos celebraciones, se le fue sumando las llamadas "Lupercales", fiestas celebradas anualmente en la antigua Roma, el 15 de febrero, y en honor al dios "Lupercus" o dios Pan, protector del campo y ganado, representado con cuernos y patas velludas de macho cabrío.

En estas celebraciones, sátiros recorrían las calles flagelando a cuantos encontraban en su camino, especialmente aquellos fatigados por los bailes incesantes o emborrachados.

 

ORÍGENES DEL NOMBRE

El vocablo "Carnaval", proviene del italiano "Carnavale", que es posible traducir como "Adiós a la carne". En primer lugar, porque antecede a la Cuaresma y Semana Santa, donde se prohibe el consumo de carne; y en segundo lugar, porque se aproxima la prohibición de lo sexual y carnal durante esos tiempos. El término es una expresión destinada a indicar la excesiva licencia sensual permitida durante tales festejos, previa a los tiempos de penitencia ordenados por la iglesia oficial.

Otra interpretación respecto al origen del nombre, provendría de los vocablos "Cursus Navalis" o "Care Navale", significando "Carro Naval", una embarcación enorme que se utilizaba para ser tirada por caballos y pasearse por la ciudad.

En Grecia, en el Imperio Romano, en los países teutónicos y en los pueblos celtas, tales embarcaciones transportaban hombres y mujeres que cantaban canciones obscenas y de tono sarcástico, mientras bailaban sensualmente vestidos impúdicamente y llegando, muchas veces, al desborde sexual y moral.

 

RUPTURA E INVERSIÓN

Una de las constantes del "Carnaval" ha sido, desde un principio, el quebrar el orden establecido y traspasar los límites de la moralidad social.

Hacia el siglo XVI, la procesión llegaba hasta la catedral donde se procedía a la elección de un "Papa" que debía bendecir a la concurrencia con palabras obscenas y sacrílegas para decir la misa. Los sacerdotes se disfrazaban de mujeres, se pintarrajeaban o colocaban máscaras y luego terminaban recorriendo la ciudad injuriando y hostigando a los demás.

En los "Carnavales", se destaca el quiebre -principalmente- de los límites sexuales. Según muchos entendidos en la materia, es una celebración al caos de los orígenes y a la inversión de los valores establecidos, donde la violencia y el desenfreno se transforman en ley, realizando todo tipo de actos irracionales que degradan lo sublime y sagrado, para oponerse activamente a las tristezas y amarguras de la existencia terrenal cotidiana.

 

EL ENTIERRO DEL CARNAVAL

El entierro del Carnaval, o Miércoles de Ceniza es el final de esta celebración. Tiene como sentido simbólico el volver al orden social y moral establecido, donde el ser humano se encuentra atado y esclavizado al deber, al trabajo, a las jerarquías sociales.

Dicho entierro, durante mucho tiempo, fue simbolizado con la quema de un gato vivo. En otras culturas, se utilizaba muñecos gigantes que eran quemados, ahogados o enterrados.

 

Extraído del manual:
''Carnavales, las mascaradas del diablo''
Editado por el Ministerio "Shalom Jesús"
Pastor: Israel Sergio Bobrow

lunes, 11 de abril de 2016

El Diezmo en la iglesia contemporánea

Lo que la Biblia enseña- El diezmo en el Nuevo Testamento

Estimado(a) Lector/a:

Los cristianos no estamos obligados a diezmar, pero de las leyes del diezmo podemos extraer principios orientadores para nuestra ofrenda hoy.

¿Debemos los cristianos diezmar? Algunos creen que estamos obligados a hacerlo. Dan testimonio de bendiciones recibidas por diezmar. Algunos de ellos, sobre la base de Malaquías 3:10 (“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa”), enseñan que debemos dar nuestros diezmos específicamente a nuestra iglesia. Sin embargo, otros dicen que la ley del diezmo ha caducado, y los cristianos no estamos obligados a diezmar. ¿Estamos obligados a diezmar? ¿Dios nos bendecirá si diezmamos? ¿Estamos obligados a dar nuestro diezmo a nuestra iglesia? ¿Ha caducado la ley del diezmo? ¿Qué debo estar haciendo yo y mi familia en cuanto al diezmo? Buscaremos respuestas a estas preguntas en la Biblia.

Historia del diezmo en la Biblia

El Diezmo antes de la Ley de Moisés.

Abram dio a Mequisedec, sacerdote del Dios Altísimo, el diezmo de todo el botín obtenido al derrotar a los cuatro reyes invasores (Gn. 14:17-20). Parece ser un acto voluntario. En Bet-el Jacob prometió diezmar todo lo que Jehová le diera en su viaje a Harán (Gn. 28:20-22). Parece ser un acto voluntario, para persuadir a Jehová a cuidarlo y bendecirlo.

El Diezmo según la ley de Moisés.

Los israelitas eran obligados a dar un diezmo de la tierra y del ganado a Jehová (Lv. 27:30-33).Este diezmo era para el sostén de los levitas(Nm. 18:21). Un diezmo se debería gastar en banquetes en el santuario central cada año (Dt. 14:22-23, 26). Un tercer diezmo (o tal vez parte del segundo diezmo) debería darse cada tres años, guardarse en las ciudades y repartirse a los pobres (Dt. 14:28-29). El diezmo se menciona pocas veces más en el Antiguo Testamento:

1. Amós criticó a los israelitas porque diezmaban creyendo que así agradaban a Dios, a la vez que cometían injusticias contra los pobres e indefensos (Amós 4:4).

2. En la reforma de Ezequias los israelitas llevaron el diezmo de la tierra del ganado al templo y lo depositaron allí (2 Crónicas 31:5-6). Se trata del diezmo para los levitas (v. 4).

3. En la reforma de Esdras, los judíos prometieron dar el diezmo de la tierra para el sostén de los levitas (Ne. 10:37), cosa que hicieron por un tiempo (12:47, 13:10, 12).

4. Malaquías acusó a los judíos de robar a Dios en sus diezmos, les instó a traer el diezmo completo al templo de Jerusalén (el único templo de los judíos) y les prometió gran bendición (Malaquías 3:8-10). Se trata del diezmo para los levitas.

5. En tiempos neotestamentarios los escritos rabínicos indican que los judíos daban importancia a por lo menos a los primeros dos diezmos (Lc. 18:12, la oración del fariseo).Jesús reconoció que por lo menos algunos escribas y fariseos diezmaban de todo, y que lo deberían hacer, pero les criticó por creer que eso agradaría a Dios aun cuando dejaban la justicia, la misericordia y la fe (Mt. 23:23; Lc. 11:42).

6. No hay ningún pasaje neotestamentario que inste a diezmar después de la muerte de Cristo. Las únicas referencias al diezmo en Hechos-Apocalipsis se hallan en Hchs. 7:2, 4, 5, 6, 8, 9;no instan a diezmar, sino que argumentan que el sacerdocio de Melquisedec fue superior al sacerdocio levítico, pues Melquisedec recibió diezmos de Abraham y, por lo tanto, también de Leví. El v. 5 indica que los diezmos eran parte de la Ley para Israel.

7. Los cristianos que diezman hoy por lo regular no piensan cómo aplicar todos los aspectos de la ley. Una excepción es la iglesia de Dios Universal: envían un diezmo a las oficinas centrales para ser repartido de allí entre las iglesias y ministros, ahorran un diezmo para un retiro anual de la iglesia en un hotel de lujo y dan el tercer diezmo a los pobres.

¿Están obligados los cristianos a diezmar hoy?

Para los cristianos, y especialmente los cristianos gentiles, los aspectos rituales de la Ley (por ejemplo, circuncisión, días sagrados, dieta, pureza e impureza) han caducado, pero las dimensiones éticas y de actitudes hacia Dios (por ejemplo, temor a Dios, amor al prójimo, 9 de los 10 Mandamientos) siguen teniendo aplicación a nosotros.

Los cristianos no estamos obligados a guardar los detalles específicos de la ley del diezmo: el porcentaje, dónde entregarlo, etc. De las leyes del diezmo podemos derivar principios y consejos que nos pueden orientar hoy, especialmente a la luz de enseñanzas neotestamentarias. Escojamos dos de los siguientes para ponerlos en práctica esta semana:

1. Ofrendemos generosamente, sacrificialmente y con fe (2 Co. 8:1-3).

2. Ofrendemos para sostener a ministros (Fil. 4:15-16; 1 Ti. 5:17-18).

3. Ofrendemos para ayudar a los pobres (1 Ti. 5:3; Jn. 13:17-19).

4. Está bien gastar en banquetes y celebraciones para alabar, agradecer y honrar al Señor.

5. Sería sabio enseñar a nuestros hijos a diezmar para que, cuando sean adultos, decidan si seguirán con esa costumbre u ofrendarán de otra manera.

6. Dios bendice económica y espiritualmente a los que ofrendan generosamente (Lc. 6:38; 2 Co. 9:6-11; Fil. 4:19). Quienes diezman hoy reciben bendición de Dios no por el porcentaje que dan, sino porque ofrendan generosamente.

7. A quienes no diezman, les recomiendo probarlo. A los que ya diezman, les recomiendo probar dando más.

Hable con el Señor acerca de los dos principios o consejos que usted escogió, pidiéndole poder y sabiduría para ponerlos en práctica en las próximas semanas.

Seamos fieles ofrendando generosamente,

Scott Yingling

Director General de ObreroFiel