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lunes, 18 de abril de 2016

Lo que hay que saber sobre los carnavales

ORÍGENES DEL CARNAVAL

Si bien los llamados "Carnavales" están incorporados al calendario cristiano, no hay que olvidarse que tales celebraciones tienen sus antecedentes esenciales en las fiestas dionisias griegas denominadas "Saturnales" y "Bacanales"; aunque cada vez más los eruditos consideran que tienen mucha más antigüedad, encontrándose algunos vestigios en pueblos más antiguos.

Tanto los "Saturnales" como los "Bacanales", eran verdaderas orgías que se realizaban, especialmente en el Imperio Romano, en honor al dios Saturno y al dios Baco. Este dios Baco es el que actualmente se lo conoce como "Rey Momo", una divinidad burlesca, traviesa y libertina.

A estas dos celebraciones, se le fue sumando las llamadas "Lupercales", fiestas celebradas anualmente en la antigua Roma, el 15 de febrero, y en honor al dios "Lupercus" o dios Pan, protector del campo y ganado, representado con cuernos y patas velludas de macho cabrío.

En estas celebraciones, sátiros recorrían las calles flagelando a cuantos encontraban en su camino, especialmente aquellos fatigados por los bailes incesantes o emborrachados.

 

ORÍGENES DEL NOMBRE

El vocablo "Carnaval", proviene del italiano "Carnavale", que es posible traducir como "Adiós a la carne". En primer lugar, porque antecede a la Cuaresma y Semana Santa, donde se prohibe el consumo de carne; y en segundo lugar, porque se aproxima la prohibición de lo sexual y carnal durante esos tiempos. El término es una expresión destinada a indicar la excesiva licencia sensual permitida durante tales festejos, previa a los tiempos de penitencia ordenados por la iglesia oficial.

Otra interpretación respecto al origen del nombre, provendría de los vocablos "Cursus Navalis" o "Care Navale", significando "Carro Naval", una embarcación enorme que se utilizaba para ser tirada por caballos y pasearse por la ciudad.

En Grecia, en el Imperio Romano, en los países teutónicos y en los pueblos celtas, tales embarcaciones transportaban hombres y mujeres que cantaban canciones obscenas y de tono sarcástico, mientras bailaban sensualmente vestidos impúdicamente y llegando, muchas veces, al desborde sexual y moral.

 

RUPTURA E INVERSIÓN

Una de las constantes del "Carnaval" ha sido, desde un principio, el quebrar el orden establecido y traspasar los límites de la moralidad social.

Hacia el siglo XVI, la procesión llegaba hasta la catedral donde se procedía a la elección de un "Papa" que debía bendecir a la concurrencia con palabras obscenas y sacrílegas para decir la misa. Los sacerdotes se disfrazaban de mujeres, se pintarrajeaban o colocaban máscaras y luego terminaban recorriendo la ciudad injuriando y hostigando a los demás.

En los "Carnavales", se destaca el quiebre -principalmente- de los límites sexuales. Según muchos entendidos en la materia, es una celebración al caos de los orígenes y a la inversión de los valores establecidos, donde la violencia y el desenfreno se transforman en ley, realizando todo tipo de actos irracionales que degradan lo sublime y sagrado, para oponerse activamente a las tristezas y amarguras de la existencia terrenal cotidiana.

 

EL ENTIERRO DEL CARNAVAL

El entierro del Carnaval, o Miércoles de Ceniza es el final de esta celebración. Tiene como sentido simbólico el volver al orden social y moral establecido, donde el ser humano se encuentra atado y esclavizado al deber, al trabajo, a las jerarquías sociales.

Dicho entierro, durante mucho tiempo, fue simbolizado con la quema de un gato vivo. En otras culturas, se utilizaba muñecos gigantes que eran quemados, ahogados o enterrados.

 

Extraído del manual:
''Carnavales, las mascaradas del diablo''
Editado por el Ministerio "Shalom Jesús"
Pastor: Israel Sergio Bobrow

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