2 Timoteo 1
8 Así que nunca te avergüences de contarles a otros acerca de nuestro Señor. Y tampoco te avergüences de mí, aun cuando estoy preso por él. Con las fuerzas que Dios te da prepárate para sufrir conmigo a causa de la Buena Noticia.
El Apóstol Pablo le escribe a Timoteo diciendo "no te avergüences de mi". Al estudiar la Palabra podemos decir que el Apóstol Pablo tenía un aspecto físico que aparentaba debilidad, su forma de hablar, y de actuar, no tenían nada que pudiera atraer a la gente, ni influenciar con su elocuencia o su presencia a los demás 2 Corintios 11: 5-6.
Además de todo esto estaba preso, por los romanos y los judíos que lo acusaban de hereje, el predicaba a un Dios poderoso a Jesús el rey de reyes y Señor de señores, y estaba preso, casi ciego, y era criticado por su aparente debilidad y forma de hablar.
Pablo tenía defectos, y estaba padeciendo por el Evangelio, llevando la Cruz de Cristo.
Como ves a tus líderes? Ves en ellos sus defectos y dices: este predica un Dios poderoso y mira como ésta...
Valoras a tus líderes, y Pastores?
O te avergüenzas de ellos, porque no manifiestan el "exito" de este mundo en sus vidas y ministerio?
Pablo escribió: porque los deseos de la carne y la vanagloria de la vida no son comparables con lo que Dios tiene preparado para los que le aman..
Jesús dijo : El que ama su vida la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mi la hallará.
Aunque tus líderes o Pastores tengan una apariencia de debilidad o de fracaso.. no quiere decir que Dios no está con ellos, no significa que van contra lo que predican.. más bien significa que están poniendo por obra lo que enseñan, y están padeciendo lo que falta padecer por el cuerpo de Cristo.
El Reino de Dios no es como el mundo, va contra los designios de este mundo..
Así que no te avergüences de tus Pastores, ni te vallas detrás de esos "suoperapostoles" de los que habla Pablo, piensa lo que Jesús enseñó: por sus frutos los conoceréis.
Prédica a Jesús sin avergonzarte, y honra a tus Pastores por enseñarte la verdad del Evangelio.
Bendiciones.
Aldo D. Monegal
8 Así que nunca te avergüences de contarles a otros acerca de nuestro Señor. Y tampoco te avergüences de mí, aun cuando estoy preso por él. Con las fuerzas que Dios te da prepárate para sufrir conmigo a causa de la Buena Noticia.
El Apóstol Pablo le escribe a Timoteo diciendo "no te avergüences de mi". Al estudiar la Palabra podemos decir que el Apóstol Pablo tenía un aspecto físico que aparentaba debilidad, su forma de hablar, y de actuar, no tenían nada que pudiera atraer a la gente, ni influenciar con su elocuencia o su presencia a los demás 2 Corintios 11: 5-6.
Además de todo esto estaba preso, por los romanos y los judíos que lo acusaban de hereje, el predicaba a un Dios poderoso a Jesús el rey de reyes y Señor de señores, y estaba preso, casi ciego, y era criticado por su aparente debilidad y forma de hablar.
Pablo tenía defectos, y estaba padeciendo por el Evangelio, llevando la Cruz de Cristo.
Como ves a tus líderes? Ves en ellos sus defectos y dices: este predica un Dios poderoso y mira como ésta...
Valoras a tus líderes, y Pastores?
O te avergüenzas de ellos, porque no manifiestan el "exito" de este mundo en sus vidas y ministerio?
Pablo escribió: porque los deseos de la carne y la vanagloria de la vida no son comparables con lo que Dios tiene preparado para los que le aman..
Jesús dijo : El que ama su vida la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mi la hallará.
Aunque tus líderes o Pastores tengan una apariencia de debilidad o de fracaso.. no quiere decir que Dios no está con ellos, no significa que van contra lo que predican.. más bien significa que están poniendo por obra lo que enseñan, y están padeciendo lo que falta padecer por el cuerpo de Cristo.
El Reino de Dios no es como el mundo, va contra los designios de este mundo..
Así que no te avergüences de tus Pastores, ni te vallas detrás de esos "suoperapostoles" de los que habla Pablo, piensa lo que Jesús enseñó: por sus frutos los conoceréis.
Prédica a Jesús sin avergonzarte, y honra a tus Pastores por enseñarte la verdad del Evangelio.
Bendiciones.
Aldo D. Monegal
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